POEMAS

SOULMATES NEVER DIE

Al águila del tiempo

Levitó mi alma en tu pupila
elevada
a lo intangible, infinita.
Devoré mi sentimiento entre
tu intelectualidad y
mi ancestral miedo.

Eclosionamos el pasado
cabalgando a la deriva
en el mágico presente,
diluida nuestra alegría
en kármicas vidas,
ahora te recreo,
mi chamán de curación,
y respiro mi palabra,
y el ocaso de la luna aúlla
en tu evasión a los
imperfectos compromisos.

Me transformo en perfecta unidad
la música del tiempo nos une
en discordancias perfectas
se libera mi cuarto chakra
expandiendo su energía
en sendas metafísicas
y en platonismo se evade
en el no deseable deseo,
y persigo una eterna forma
que no encuentro.

Aquí, la soledad es sonora
y mi espíritu escucha otros
gritos del silencio,
de la física de la metafísica,
en el tiempo…
Asirme al idealismo
en esta vida de errantes asechanzas
es posible, quizá, un instante
de sinrazón.

Por las meditativas cuevas
camino,
encerrada entre poderosas algas
de mar sediento
de amor infinito;
observo tu sabio espíritu
y me transformo al sentir
el nacimiento
del infinito
eterno.

Eternidad sonora,
palabra en sentimiento.

Huellas dejan mis mocasines
tras el vuelo del águila,
atrapasueños del corazón.
Fluyo hacia lo desconocido
cada sombra es esencia de luz.

Escucho a los espíritus
rompiendo el dolor en mi interior,
amor
transformación.
Soulmates never die।


Sombra lunar

Conocimiento
sutil pensamiento
de luna proyectada
en mi interior incierto.
Ser para no ser,
conciencia metafísica,
luces de trepadoras hiedras
reflejan su enredo
en el centro inexistente
de mi espíritu centro flotante,
metafísico,
composición sonora
silencio auditivo,
entre suaves conceptos
desmitificados.
Libertad precisa,
búsqueda interior
eternas inspiraciones
de individualidad cósmica.

Charo Lunalba dosil, “Sombra lunar” de Metafísicas sendas y otros poemas, Follas Novas, Zamora, 2001