Bhima Tay

Este blog se creó para divulgar las creaciones y actividades de Bhima Tay, vidente, periodista de lo desconocido y poeta. Aquí encontraréis artículos relacionados con la videncia, el tarot evolutivo, la magia y poemas extractados de sus libros.

domingo, enero 04, 2009


El cadáver de Boisaca ya tiene nombre



Identificado por el ADN 20 años después de morir arrollado por un tren enSantiago

sábado, enero 03, 2009

El cadáver de Boisaca ya tiene nombre
Por Bhima Tay
Por fin, se ha desvelado un poco de misterio de una noticia que me impactó cuando la descubrí, hace ya varios años, y la que seguí muy de cerca desde 2004, cuando el periódico “El correo gallego” se hacía eco de ello y nos mantuvo a los periodistas del misterio en alerta. Ante una reconstrucción del cementerio de Boisaca, este medio publica que “el Cadáver de Boisaca reposa en una fosa común y sigue sin identificar”. De ello he hablado en mi programa de radio “El espejo interior” y debatido con algunos de los mejores investigadores del misterio, pero, realmente quien estaba en lo cierto y ya en 2004, era Miguel Pedrero, este fantástico periodista de investigación, quien me confirmaba que “El misterioso cadáver de Boisaca” era un joven perdido, desorientado y atropellado por casualidad; nada de un ser de otras dimensiones” como la mayoría llegaba a afirmar y yo, también, en alguna ocasión.
Muchos programas de misterio han hablado de ello y muchos medios, pero gracias a la investigación de Iker Jiménez y otros periodistas , hemos podido saber que algún policía que seguía el caso vetaba información. Ahora, por fin, ¿sabemos la verdad? ¿Realmente no estaba identificado o había intereses creados si se publicaba? ¿Era Óscar Ortega un enfermo psíquico? Su familia lo desmiente. ¿Quién hace esos círculos concéntricos que aparecen en las proximidades del cadáver?
El cadáver está identificado, pero, ¿quién es realmente Óscar Ortega? Nuevos enigmas por descubrir…

Por Iker Jiménez
23 de Octubre 2008.- La noticia aún me sume en una extraña emoción. Óscar Ortega Vasalo, 22 años, es el Cadáver de Boisaca, un cuerpo sin identificar que durante dos décadas ha sido el gran Expediente X gallego. En estos instantes, lanzando a la red estas notas según me hago eco de las primeras noticias, me vienen a la memoria imágenes de una de las investigaciones más apasionantes que he vivido en mi vida. Una historia que de forma directa se plasma con toda su intensidad en este reportaje de Cuarto Milenio de la primera temporada.
El cuerpo del joven identificado 20 años después podría estar en una fosa común:
Fotografía
www.inter-sos.com
La parcela 7.621 del cementerio de Boisaca, correspondiente a una tumba de la beneficencia, podría estar vacía.
Allí fue donde el 25 de mayo de 1988 fueron enterrados los restos de Óscar Ortega Vasalo, el joven de 22 años arrollado por un tren a su paso por Santiago dos decenios atrás, y del que se desconocía su identidad hasta hace unos días.
Los servicios municipales están ya revisando la documentación correspondiente a este enterramiento, y al parecer hay posibilidades reales de que el cadáver del muchacho repose en una fosa común desde el año 1995. Un hecho que podría dificultar la recuperación del cuerpo.
En el registro del Concello consta que el 14 de septiembre de 1995 los restos mortales de un varón sin identificar se habían trasladado a una fosa común tras prescribir el plazo asignado a la tumba que ocupaba desde 1988. Se trata de un procedimiento que ampara el reglamento del cementerio de Boisaca, que establece que pasados cinco años desde el enterramiento de una persona los restos deben ser trasladados y la propiedad de la sepultura volverá al Concello.
Y es que, en el caso probable de que el cadáver de Óscar Ortega se exhumase de su tumba para ser enterrado en una fosa común, sería casi inviable que la familia -que ayer confirmó que la policía se había puesto en contacto con ellos para informarles de que su pariente se encontraba en Boisaca- pudiese trasladarlo al cementerio de Majadahonda, donde ahora residen.
Así las cosas, parece poco probable que los restos del joven arrollado por el expreso Rías Altas , que hizo correr ríos de tinta por lo extraño de su muerte, abandonen el cementerio compostelano. La familia de Óscar Ortega no quiso precisar si ya ha viajado o si tiene previsto hacerlo a Santiago para hacerse cargo del cuerpo de su pariente.
La Voz de Galicia 22/10/2008
La base de datos del DNI permitió reconocer los restos del joven arrollado por un tren en el 88:
Como por un milagro, hace unos días que la base de datos correspondiente a los documentos de identidad españoles dio una coincidencia con las huellas que allá por el año 1988 se habían tomado a un cadáver sin identificación alguna después de ser arrollado por el expreso Rías Altas a su paso por Santiago.
Fue entonces cuando la familia de Óscar Ortega, que había desaparecido de su casa de Castelldefels (Barcelona), veinte años atrás, supo que el cuerpo de su pariente descansaba en el cementerio de Boisaca.
En 1988, la policía había cruzado las huellas dactilares del cadáver con todas las bases de datos conocidas, y no había coincidencia ni dentro de España ni en el extranjero. ¿El problema? Los registros consultados hasta hace unos diez años correspondían tan solo a personas que habían sido detenidas y fichadas por las fuerzas del orden, tal y como confirmaban desde el anatómico forense.
Por su parte, fuentes familiares quisieron ayer salir al paso de las especulaciones que en su día se hicieron tras la muerte del joven.
Se llegó a barajar la hipótesis de que Óscar Ortega, del que por entonces se desconocía su identidad, padecía una minusvalía psíquica. La aparición de unos círculos concéntricos realizados con guijarros en las inmediaciones del lugar del suceso se llegó a atribuir a ejercicios de psicomotricidad realizados por discapacitados.
Los parientes de Óscar Ortega dejaron claro que el muchacho no padecía ninguna minusvalía.
La Voz de Galicia 23/10/2008
Siempre albergamos la esperanza de que un día se supiese la verdad. Y siempre lo hicimos público. Desgraciadamente sus familiares, en especial su madre y hermana, se han dado de bruces con una triste realidad a destiempo. Uno de los suyos ya no es un desaparecido, sino un cadáver en una gran fosa común.
Para ellos nuestro abrazo y nuestro respeto, pidiéndoles disculpas sin en alguna ocasión, y de modo no intencionado, hemos podido herir su sensibilidad al acceder en su día a los informes policiales y la documentación forense del caso. Desde luego lo hacíamos con el único deseo de saber más en torno a un atropello del que se habían escrito abundantes reportajes en la prensa gallega que para la competente policía científica de Santiago de Compostela, se había convertido en un gran misterio.
En compañía de Lorenzo Fernández, hace ya más de doce años, descubrimos la historia de la tumba 7621, esa misma de la que ahora se hacen eco muchos medios. Y son aquellos medios, con reporteros legendarios, los que en verdad abrieron la veda del misterio, de las inquietudes y las preguntas, en un lejano 1988 en torno a las brumas que se cernían sobre un cuerpo arrollado en la vía del tren una noche de mayo. Sabían que aquel caso no era normal.
Y recordándolo no me despego de esa emoción. Por fin, ahora, sabemos algo más. Por fin ponemos nombre y cara a un enigma. Muchas interrogantes siguen planeando sobre las circunstancias del caso. Surgen preguntas sin cesar, de todo tipo. ¿Qué hacía allí? ¿Fue un suicidio como se especifica entre interrogaciones en el informe? ¿Eran suyos los signos formados con piedras? Ahora tenemos una respuesta, después de que una serie de casualidades y de correlaciones hayan cotejado unos datos precisos para reabrir el expediente y darle un nombre. Una solución que, para muchos, es el inicio de nuevos enigmas.
En Cuarto Milenio pudimos ver cómo trabajan los miembros de la Guardia Civil a través del proyecto Fénix. Una iniciativa pionera en el mundo.
Identificado por el ADN 20 años después de morir arrollado por un tren en Santiago
El caso de Óscar Ortega inquietó dos decenios a los investigadores y a la prensa
La Voz de Galicia 21 de octubre de 2008.- Veinte años han tenido que pasar para que el joven que en mayo de 1988 fue atropellado por el expreso Rías Altas a su paso por Santiago recuperase su nombre. Óscar Ortega Vasalo salió un día de su casa de Castelldefels (Barcelona) después de explicarle a su madre en una nota que se iba unos días de vacaciones. Nunca más regresó. Durante dos decenios su familia se ha estado preguntando por el paradero del muchacho, mientras la policía se devanaba los sesos intentando identificar el cuerpo del hombre de unos 22 años que una noche se interpuso en el camino del Rías Altas. Desde ayer, y gracias al ADN, ha quedado confirmado que el joven arrollado en San Lázaro y Óscar Ortega son la misma persona.
Ríos de tinta ha hecho correr la historia del cadáver anónimo que descansa en el cementerio de Boisaca, un caso por el que llegaron a interesarse los tripulantes de la nave del misterio. Y es que en el 2006, un equipo de Cuarto Milenio, el programa que dirige Iker Jiménez, se acercó a Compostela para conocer de primera mano qué había ocurrido aquella noche de mayo. Periodistas, policías y la única mujer que vio con vida aquel día a Óscar Ortega desgranaron ante la cámara la historia hipotética del joven al que nadie reclamó tras su muerte y del que se llegó a especular que sufría una minusvalía psíquica.
Ahora, su madre, que regentó una farmacia en Vigo, puede contar que el misterioso joven sin identificar había acabado hacía poco su servicio militar en Pontevedra y se había trasladado a Barcelona para buscar un empleo. Que se había matriculado en una academia y comprado el temario de las oposiciones a la Seguridad Social antes de desaparecer. Que, al parecer, estaba deprimido. Y que su familia había interpuesto denuncias de desaparición en Barcelona, Vigo, Ourense, Irún y Majadahonda, intentando encontrar una pista que les revelase el paradero del muchacho, aunque sin éxito.
La respuesta llegó gracias al análisis de ADN. Y es que la Policía Científica había tomado muestras tanto de la madre como de la hermana de Óscar Ortega, para compararlas con el perfil genético de los cadáveres sin identificar que hay en España.
Después de una amarga espera, han conocido la respuesta. Los datos que habían cruzado la Policía Nacional y la Guardia Civil revelaron que el hijo de María Bertina Vasalo llevaba dos décadas descansando en el cementerio de Boisaca en un nicho sin nombre.
El cuerpo de Óscar Ortega era el único sin identificar en Boisaca
La policía asegura que el caso del muchacho, que permaneció 20 años en el anonimato, es excepcional y que a los cadáveres se les pone nombre al poco tiempo
La Voz de Galicia 23 de octubre de 2008.- Un suceso excepcional. Ese es el comentario más escuchado en los últimos días sobre el caso de Óscar Ortega, el joven de 22 años que en 1988 murió al ser arrollado por un tren en las inmediaciones de Fontiñas. Veinte años se ha tardado en poner nombre al cuerpo que, hasta 1995, descansaba en una tumba propiedad del Concello de Santiago. Ahora, se hace cada vez más probable que su cuerpo se haya perdido para siempre en la fosa común del cementerio de Boisaca.
La policía asegura que el caso de Óscar Ortega es único debido a sus características. «Actualmente non temos ningún cadáver sen identificar na cidade, e dende logo nunca se dera que se tardara tanto en poñer nome a un corpo». Según cuentan, los pocos cadáveres sin identificar que llegan a sus manos son de extranjeros, y sus familias los reclaman al poco tiempo. Por eso no llegan a enterrarse en la fosa común, si no que descansan en sepulturas de propiedad municipal. Tampoco se espera más tiempo del normal para proceder a soterrar los restos mortales. «Só hai que facer a autopsia e demais trámites necesarios para ter os datos do corpo e despois procédese ao enterro», comentan desde la policía.
Recordatorio mediático
«En situacións como as de Óscar Ortega, cando pasan cinco anos e os restos mortais deben ser trasladados á fosa, facemos un recordatorio por se a familia é quen de identificar o corpo». Precisamente, la imagen del joven arrollado por el tren en Santiago fue difundida en la prensa nacional, y la policía acudió a las televisiones para dar notoriedad al caso y permitir a los parientes identificar el cuerpo. El esfuerzo no sirvió de nada, al igual que ocurriera a finales de los 80, cuando el suceso conmocionó y levantó las suspicacias de la ciudad a partes iguales.
Ahora, el cierre del caso está muy cerca. Habrá que esperar a que el juzgado correspondiente termine de realizar los trámites para que las diligencias 2.049, las únicas que contenían el expediente de un cadáver sin identificar en las dependencias policiales compostelanas, queden zanjadas definitivamente. Mientras, la familia es ya la responsable de los restos mortales del muchacho.
+ Más información:
La Voz de Galicia.es: "Identificado por el ADN 20 años después de morir arrollado por un tren en Santiago"La Voz de Galicia.es: "El cuerpo del joven identificado 20 años después podría estar en una fosa común"La Voz de Galicia.es: "El cuerpo de Óscar Ortega era el único sin identificar en Boisaca"La Voz de Galicia.es: "La base de datos del DNI permitió reconocer los restos del joven arrollado por un tren en el 88"
Ikerjimenez.com

jueves, enero 01, 2009

HomenajeAmiAbuelaRosarioInMemoriam


HomenajeAmiAbuelaRosarioInMemoriam

A ti, abuela Rosario, que has sabido amarme y guiarme por el sutil hilo de mis sueños, gracias eternamente y que tu alma esté en paz. In memoriam.(1928- 2006)

Poemas extractados de mi libro “El espejo interior” (2007) de Charo Lunalba Dosil

AMOR MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
(2006)
37


Muerte y misterio

A mi abuela, alma eterna


Sacudirme el desasosiego
este estar sin ser
olvidando el infinito.
Aquí, frente al azul
respira mi corazón
y sacudo esta tristeza
cuando el frío te llevo,
amada mía,
hacia el amor de la luz
más pura e invisible.

Tu olvido se desparrama
en mis mil lotos;
y quiero seguir escuchándote
desde lo desconocido,
en lo adimensional te necesito
para soportar el dolor
de tu ausencia .

Y te pido perdón
por aferrarme a tu paz,
por intentar seguir
tu eterno viaje cósmico,
porque aquí
he perdido el timón
y no puedo ya vivir
este viaje terreno
de naufragios interiores,
confusa,
sin saber escuchar
el sonido de tu más allá,
perdida
en este eterno dolor.

Quiero vivir
un nuevo amor de memoria
donde mi alma vibre
sintiendo tu aura.
Que este invierno
frío y en soledad,
como tu muerte,
que clama sin avisar,
eleve mi tristeza
y me regale el don
de aceptar el misterio.


38


Cuatro minutos eternos al silencio


Poesía, divina poesía,
poemas de rosa mística
fuego extraño
que aún duele.
Te fuiste, has ido
navegando lentamente y,
entre mis pobres alas
de misterio,
no pude protegerte
y te elevaste al cielo,
al eterno retorno
infinito.
Abuela, mi tesoro,
allí donde estés,
clama por mí
al inmenso universo.
Lloro de pena,
de pena me trasfiguro,
no me reconozco,
nunca un dolor tan grande
mi corazón
ha sentido
y la rabia acumulada
desaparece en mis lágrimas
para expandir mi amor por ti
para siempre,
abuelita
tierna entre las flores.


39

Descansa en paz


Para poder sobrevivir
pintaré un aura infinita.
Este escalofrío
de muerte
me quiebra;
no duerme
mi alma
en cadena,
respiración
aligero
el movimiento
y procuro
concentrar
mi perfume
en tu silencio
de eternas rosas perfumadas
de amor eterno
infinito
descansa en paz.


40


Eterno viaje kármico

Recuerdo la montaña sagrada
el miedo a los hombres
tu protección de inocencia
por la justicia
de la diosa al
silenciar lo inevitable.
Tú, tan pura y humana
tan perfecta
me recogías el pelo
en una misteriosa trenza
de pena
por doquier
y,aún así, tanta fue
la matutina alegría
de ir a la escuela.
Cuando ellos llegaron
todo era dádivas
y tú que tanto
habías sudado
para ahora
ver sólo los restos
de tu inagotable trabajo
perdido en un segundo
de vanagloria.
Quise y quiero
despertar al amor,
tu amor verdadero,
y te buscaba cada día
entre lágrimas
corriendo eternas
por mis venas
de deshonor y
fracasos
de gritos al vacío.
Perdóname un momento
déjame asegurarte
que nuestra última
cena fue una comida
compartida
por tu infinita generosidad
entre tus palabras
y mis cosas;
y allí,


derroté al silencio,
poderoso silencio,
si me hubiese callado,
tú quizás aún vivirías
para compartir
mis risas
mis súplicas al tiempo
mi lujuriosa prisa
por correr a destiempo..
Y podríamos ir a nadar
sin importar la edad
cogiditas de la mano
como en los viejos tiempos
pasearíamos marchitas
e impecables y puras,
vírgenes del deseo,
socorrido hace tiempo.
Ahí, donde estés,
abuelita amada,
en tu territorio adimensional
más que nada ni a nadie,
cuídate del silencio
y si puedes, baja a
hacerme trenzas,
aunque sea sólo
una única vez,
que me duele tu ausencia
y lloro sin querer
y me muero de pena
por saberte tan lejos
y tan cerca.
41


“su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado”
(Quevedo)


Eternidad

Tiéndeme tu palabra
tu sonoro sonido
y tu amor de abuela,
permíteme recorrer
de nuevo
la tranquila vereda de tomates
el río de un pozo
semidesértico
y lleno de manzanas
de agua.
Llévame al más allá
por el eterno sendero
de la eterna poesía.