Artículo "La meditación con La Papisa: voz interior"

MEDITACIÓN CON LA PAPISA: VOZ INTERIOR
Bhima Tay


Meditar en esta carta te hará navegar a la más puras profundidades de tu ser y despertará tu propia sabiduría oculta, esa que sólo puedes encontrar dentro de tu interior y que, a veces sin darte cuenta, buscas en el exterior.
Comtempla la carta inspirando lentamente y espirando de forma rápida, este tipo de respiración está moviendo tu energía de tipo yin, la cual te hará entrar en estados serenos y comtemplativos; mantén este ritmo respiratorio todo el tiempo que dure la meditación, que será de no menos de 25 minutos y siempre adaptada a tu proceso vital.
Este mandala de La Sacerdotisa despertará tu memoria y tu subconsciente y verás de forma clara ese problema o trauma antiguo y te ayudará a salir de él. Esto es posible, amigo, porque La Sacerdotisa simboliza tu alma, esa pureza total que sólo a ti te pertenece y a la que tú únicamente puedes acceder para descubrir un río de purificación y confianza, la verdadera fuente de tus posibilidades.
Observa ahora ese velo que pende del cielo, detrás de él está el río de la sabiduría, el inconsciente colectivo y el universal; fluye con este río y hazlo sin juicios, escúchale y háblale con el lenguaje del corazón, en soledad, porque es la única manera de escuchar la verdad. Y en este momento sabes que sólo puedes alcanzar la verdad haciendo un profundo trabajo de limpieza de tus pensamientos y controlando tus emociones para que dejes fluir los verdaderos sentimientos.
Concéntrate ahora en el libro que tiene entre las manos y a través de esta meditación entrarás en el Akasha o libro sagrado de la vida universal para que La Papisa, la diosa Isis fecunda y transformadora, o la Virgen María Inmaculada, hable de tu espíritu puro y de tu vida material. Ella te está dando el poder para que te aceptes tal y como eres, con tu oscuridad y tu luz, porque forman parte de tu propia esencia y de tu única verdad. Además La Papisa te está comunicando sus secretos de sabiduría oculta, que son tus propios secretos, sólo a ti te pertenecen. Así permanece escuchando todo lo que necesites, con pasividad, desarrollando tu lado femenino (la intuición), es tu voz interior, tu verdad.
Ahora continúa mirando el centro de la carta, conecta con las tres cruces que adornan el pecho de la Papisa, son las cruces que te encierran en la materia, pero te estás liberando, porque estas cruces se orientan al corazón; porque tú, meditador, perteneces a lo espiritual. Por ello navega hacia dentro, hacia el centro de La Papisa, que eres tú, a su corazón, fúndete en él, tu propio centro y estás experimentando en plena recepción acumulativa de energía como vas depurando tus centros energéticos y estás sintiendo como te inunda una poderosa energía divina.
En definitiva la meditación en esta carta nos hace comprender esos momentos de nuestra vida en los que hay muchas voces que nos empujan de un lado a otro. ¿qué hacer? En esta confusión debemos buscar el silencio y escuchar nuestra propia voz interior. Sólo así podemos escuchar nuestra verdad.La que te hace sabi@ y libre.

APLICACIONES CON LA PAPISA

Plano físico: para tener don de invención, en dificultades con los padres o problemas adolescentes femeninos de menstruación o timidez excesiva. Meditar en ella cuando se tenga mucha tensión acumulada.
Plano psíquico: mejora la memoria, nos ayuda a vivir libres de miedos irracionales, a luchar contra la depresión, insomnio, alergias y problemas ginecólogicos.
Plano mental: desarrolla la clarividencia, para acudir a exámenes o juicios severísimos, lograr fines educativos, liberarnos de los obstáculos que nos impiden ser.
Plano espiritual: dirigir nuestra atención y concentración en el autocrecimiento , acercarnos a nosotros mismos, al Universo y al “Todo” de un modo místico, tener fe verdadera y unirnos con el Universo.
Música más adecuada: “The dance of water” en Suraqua y la música acuática de Handel.
Velas: azules claras.
Colores que vestiremos y para pintar la lámina:azules y violáceos claros.
Aromas de aceites e inciensos: lavanda, cedro, jazmín, pino y sándalo. Es bueno aplicar bálsamo de tigre en las sienes y nuca al iniciar la meditación.